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martes, 5 de julio de 2016

Seguir la estela...

...sin dejar de mirar la estrella.
Rasgos de nuestro estilo

Formamos parte de una ininterrumpida navegación por ese mar que es España;...


Es un rasgo de nuestro estilo mirar la estrella y no avergonzarse de vislumbrar estelas anteriores; lo contrario (...) nos haría abdicar de nuestra condición de veteranía.

...nuestro bajel ha tenido que cambiar varias veces de velamen, ha recompuesto sus tablas y sus crujías, renovado sus cabos pero nunca se ha abandonado la rueda del timón a los vientos dominantes o al azar.

Tampoco hemos perdido de la vista del corazón la estela de quienes navegaron antes que nosotros, pero ya sabemos que las estelas se van difuminando en las aguas de la memoria o se hacen imposibles de reconocer en medio de las tempestades.

Por ello, nos fijamos más en la estrella, la que permanece y permanecerá brillante –aun ente nubes– el cielo azul de nuestros valores –arriba, siempre arriba– nos indicará, en cada momento y circunstancia, de modo consciente o inconsciente, hacia qué dirección quedan los puertos y por dónde podían quedar las estelas de quienes nos precedieron en la navegación; no intentamos imitar cómo lo hicieron, sino cómo lo harían de encontrarse en nuestra situación.

La Estrella, por lo tanto, es más importante para no zozobrar, tropezar con pecios de otros navíos, que se equivocaron al mirar hacia el horizonte o con escollos.

Es un rasgo de nuestro estilo mirar la estrella y no avergonzarse de vislumbrar estelas anteriores; lo contrario, desconocer que hubo estelas y renunciar a la estrella, sea por cuquería, por desconocimiento o por miedo al qué dirán, nos haría abdicar de nuestra condición de veteranía.

Texto publicado en el boletín nº 172 de Trocha, de Julio de 2016

La viñeta superior es una adaptación de otra del "Manual del acampado" Editorial Doncel - 1968.

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Sección "Rasgos de nuestro estilo"

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