Retazos de nuestra historia
La O.J.E. siempre ha tenido a gala ostentar su uniforme, pues la uniformidad encierra una serie de aspectos muy positivos, entre los que destacaremos la identificación como grupo (sentirse parte de), el valor simbólico de unas prendas y distintivos y la fe de vida de cara al exterior. No es el momento de tratar el tema de juventud-uniforme (del que ya hablaremos en otro momento), pero vale la pena recordar la evidencia de que los grupos de jóvenes (las tribus urbanas) tienden a la uniformidad de prendas y emblemas, que todos aceptan con gusto y sin complejos.
![]() |
| Estampa de la cartilla de actividades de los años 60 |
Nosotros teníamos dos uniformes, por decirlo así: el que llamaríamos propio o de bonito, que incluso se llevaba siempre en marchas y otras actividades, sin temor a las manchas externas y al sudor, y el denominado de régimen interior, aunque –todo hay que decirlo- llevar uno debajo del otro era propio de horteras…
En la vida de campamento se usaban ambos: el propio para los actos de izar y arriar banderas, para la asistencia a la Misa, para las visitas a los pueblos, para marchas (como se ha dicho) y como distintivo permanente de la Escuadra de Recepción y Vigilancia (vulgo, Escuadra de Guardia): camisa, jersey, boina, pantalón de loneta, medias blancas, zapatos o botas. El otro, el de régimen interior, era el habitual para el resto de actividades, para estar en el campamento. La llamada a uniformarse suponía trocar el uno por el otro en los momentos adecuados.
![]() | ||
| Dibujo de un folleto del Bazar |
A este uniforme se le añadió, con el tiempo, una gorrilla azul ligera, que evitaba lo variopinto en prendas de cabeza, imprescindibles para la vida al aire libre: Aunque en los catálogos figuraba también un bonito chándal, hay que decir que nunca fue visto por estos lares barceloneses; no sabemos si existió en realidad o solo en la imaginación de su diseñador…
En nuestros días, por lo visto, cada uno lleva una camiseta distinta (de una actividad, de un Hogar, de una Unidad, de un campamento anterior…); cada cual, su gorra (cuando existe); cada cual, sus prendas más estimadas… ¿Habrá manera de que, desde fuera, alguien diga: “¡Mira, son los de la OJE!”? De momento, se cumple el dicho de Eugenio d´Ors: Al español le gustan mucho los uniformes siempre que sean pluriformes.
El texto del folleto decía: El uniforme de régimen interior o complementario está compuesto por una gorra azul, una camiseta beige con o sin emblema de la OJE (según se trate de turnos de OJE o de iniciación), un pantalón ligero para deporte y baño y unos zapatos de lona azules. Este conjunto de prendas funcionales debe usarse sólo en la vida interna del campamento con excepción de aquellos actos solemnes en los que el acampado vestirá el uniforme reglamentario
![]() |
| Una escuadra, algunos con el uniforme de régimen interior, construye los sombrajos detrás de su tienda de campaña, en el campamento de San Quirico de Safaja (Barcelona) en 1964 |



