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Entre sus muchas obras destacamos:
Historia de la filosofía,
Miguel de Unamuno,
El tema del hombre,
La filosofía actual española,
Problemas del Cristianismo,
Ser español,
España ante la historia y ante sí misma,
La guerra civil, ¿cómo pudo ocurrir?
España inteligible. Razón histórica de las Españas, ... |
Julián Marías nació en Valladolid en 1914 y falleció en el 2005. Fue discípulo de Ortega y Gasset, Xavier Zubiri, Morente…e hizo honor a sus maestros dedicándose al campo de la filosofía; puede decirse que es el continuar de la línea de una genial filosofía española del siglo XX. En la guerra civil, permaneció en el bando republicano (en la línea de Julián Besteiro, Segismundo Casado, etc.), por lo que, al término de la contienda, fue represaliado y sufrió algunos años de prisión. Continuó después su ingente labor en el terreno del pensamiento y la cultura. Católico ferviente, participó en sesiones del Concilio Vaticano II.
Su gran obsesión, al igual que sus maestros, fue España, y a ella dedicó muchos estudios de gran valía. A partir de 1947 recibió numerosos premios nacionales e internacionales. En la Transición, fue senador por designación real y fueron antológicos sus artículos en demostración de la barbaridad que representaba la inclusión del término nacionalidades en el texto constitucional.
De entre sus numerosísimas obras, traducidas a varios idiomas, destacamos Historia de la Filosofía, Miguel de Unamuno, El tema del hombre, La filosofía española actual, Problemas del Cristianismo, Ser español, España ante la historia y ante sí misma, La guerra civil, ¿cómo pudo ocurrir?, España inteligible: razón histórica de las Españas… De esta última obra entresacamos unos párrafos, sin dejar de recomendar al lector la lectura completa.
Su gran obsesión, al igual que sus maestros, fue España, y a ella dedicó muchos estudios de gran valía. A partir de 1947 recibió numerosos premios nacionales e internacionales. En la Transición, fue senador por designación real y fueron antológicos sus artículos en demostración de la barbaridad que representaba la inclusión del término nacionalidades en el texto constitucional.
De entre sus numerosísimas obras, traducidas a varios idiomas, destacamos Historia de la Filosofía, Miguel de Unamuno, El tema del hombre, La filosofía española actual, Problemas del Cristianismo, Ser español, España ante la historia y ante sí misma, La guerra civil, ¿cómo pudo ocurrir?, España inteligible: razón histórica de las Españas… De esta última obra entresacamos unos párrafos, sin dejar de recomendar al lector la lectura completa.
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“Nada cuenta el hecho (para la ignorancia) de que España haya sido la primera nación europea en el sentido moderno de la palabra, inventora de la nación como forma política y social, como unidad proyectiva de convivencia, distinta de todas las medievales; y que, por tanto, la unidad real de España estuviese muy avanzada en épocas en que la de las demás naciones de Europa estaba muy remota –en algunos casos–,
a siglos de distancia.
Se subrayan algunos hechos o tendencias “secesionistas” en España, por ejemplo, durante el siglo XVII, sin advertir que en otras naciones ni siquiera podían producirse, porque no se había llegado a la unificación, es decir, que sus elementos integrantes estaban en estado de secesión o división”
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“Una sociedad es un sistema de vigencias: usos, creencias, ideas, estimaciones, proyectos con los cuales el individuo se encuentra y con los cuales tiene que contar. Pero esas vigencias no son inertes, sino que están en movimiento: tienen su génesis, consolidación, plenitud, declinación, extinción, sustitución por otras. Al cabo de cierto tiempo, el repertorio de vigencias de una sociedad puede ser profundamente distinto. Lo decisivo es (…) que no haya ruptura, que esa variación se produzca en continuidad de lo que podemos llamar el “sujeto”, es decir, la sociedad misma que en esa historia se va haciendo”
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“Hay que ver a España como un país europeo, pero con la conciencia de que todos lo son “a su manera”; y la manera española es, por razones sumamente precisas, de extrema originalidad. (…) Por eso es menester ver la realidad española “desde dentro y hacia afuera”, como una vocación humana hacia el mundo”. -----------
Un joven Julián Marías,
de soldado del Ejército de la República, en 1937
“Ni siquiera “Lo catalanisme”, de Valentí Almirall (1841-1904) es en rigor nacionalista. En 1886 había escrito “España tal como es”, donde hable de su bien probado “patriotismo catalán”, pero dice que “los catalanes son tan españoles como los habitantes de las demás regiones de España” y que “no podemos ser más que españoles””. Por supuesto, el federal Pi i Margall afirma con la mayor energía la unidad nacional de España. Las cosas empiezan a cambiar en 1888 (…) y, sobre todo, en 1892 (Bases de Manresa, publicación de “La tradició catalana” del obispo Torres y Bages; desde entonces sí hay un nacionalismo cuya expresión más famosa es “La nacionalitat catalana”, de Enric Prat de la Riba (1906). Casi simultáneamente se inicia el nacionalismo vasco, llamado inicialmente “bizkaitarrismo” (…) (En 1894) se fundó la primera organización nacionalista, presidida por Sabino de Arana, con una extremada declaración de principios, de inspiración tradicionalista, teocrática, racista y manifiestamente separatista”.
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“Una vida –individual o colectiva- consiste en un proyecto; en el caso de un país, un proyecto histórico (…). Y los proyectos se articulan en diversas trayectorias, entre las cuales hay que elegir, que se siguen o se abandonan, se frustran o se realizan, que se ramifican indefinidamente. Por eso, la vida es siempre, y sobre todo en ciertos momentos, encrucijada” .
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Textos publicados en el boletín nº 168 de Trocha, de Marzo de 2016
Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades, de 1996.
Discurso de Julián Marías en la entrega de este premio, ante el entonces Príncipe de Asturias, Felipe de Borbón. |