Páginas

lunes, 12 de junio de 2017

“…en hechos y palabras”

Rasgos de nuestro estilo

...Así cantábamos cuando éramos cadetes. Ha pasado la edad y el grado con creces, pero no la exigencia de dar testimonio con los hechos de lo que afirmamos ⎼en ocasiones, cómodamente con nuestras palabras.


Existen mil formas de revalidar nuestra condición de veteranos de una Organización que, ahora, con otras caras y otras formas, sigue viviendo con el mismo latido esencial del corazón.

El que tiene llama debe arder, decía una antigua consigna basada en un texto evangélico; quien se identifica con unos ideales y unos valores no puede guardarlos para sí, en una recóndita estantería de su almario;... 

...quien ha asumido una Promesa ⎼desde el primero al último punto⎼ no puede escamotear el compromiso que esta encierra en los diferentes pasos que puede dar en la vida.

Y en esto no valen las excusas de la edad ni de la condición: cada momento tiene su oportunidad y cada situación encierra una disponibilidad, grande o humilde, para dar testimonio en público y que la conducta se corresponda con las afirmaciones.

Desde nuestra participación en la sociedad civil o política, allá donde haya ocasión, hasta la sencilla colaboración económica en función de nuestros medios, existen mil formas de revalidar nuestra condición de veteranos de una Organización que, ahora, con otras caras y otras formas, sigue viviendo con el mismo latido esencial del corazón que en los tiempos en que cantábamos, entusiastas, aquel verso que da título a estas líneas. Salvo que nos ocurra aquello que dijo Mc Arthur de la vejez prematura: Uno no se vuelva viejo por haber vivido un cierto número de años; se vuelve viejo porque ha desertado de los ideales. Los años arrugan la piel, pero renunciar a un ideal arruga el alma.

Los pasos atrás difícilmente pueden recuperarse, porque esconden una actitud pasiva ⎼en el fondo, cobarde⎼ que abre un abismo cada vez más profundo entre hechos y palabras.

Texto publicado en el boletín nº 182 de Trocha, de Junio de 2017

La viñeta superior es una adaptación de otra del "Manual del acampado" Editorial Doncel - 1968.

Ir a la página principal
Sección "Rasgos de nuestro estilo"

Síguenos en feisbuc