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lunes, 2 de mayo de 2016

Con la vista puesta en otros jóvenes


...los Veteranos no estamos  
para cometer según qué tipo  
de experiencias o de  
actividades, de las que, por  
otra parte, nos hemos  
colmado en otras épocas,  
pero ello no implica que  
quedemos anulados para el  
presente en lo que se refiere  
seguir sirviendo a los jóvenes.
  
EditorialTrocha nº 170. Mayo 2016

Nos viene al pelo la frase de que todos somos viejos para algunas cosas y, a la vez, jóvenes para otras; o así debiera ser. Es evidente que  nosotros los Veteranos –el propio nombre ya lo indica no estamos para acometer según qué tipo de experiencias o de actividades, de las que, por otra parte, nos hemos colmado en otras épocas, pero ello no implica que quedemos automáticamente anulados para el presente en lo que se refiere a seguir sirviendo a otros jóvenes

Este servicio, como todos, no precisa reconocimiento ni recompensa alguna, y sí forma parte de nuestro imperativo moral y poético, es decir, creador. Y requiere algunas condiciones para no caer en la infecundidad: la primera es predicar con el ejemplo (Fray Ejemplo es el mejor predicador, se nos decía en los cursos de mandos); la segunda es no caer en un paternalismo sabihondo, que cualquier joven rechaza de antemano, o en la crítica sistemática de unos usos y costumbres que no de ninguna forma pueden coincidir con las nuestras; la tercera, consecuente con las anteriores, es no pretender el monopolio de las verdades; pero la cuarta consiste en no renunciar a la Verdad (con mayúscula), que se refiere a nuestro Ideario, lo que constituye, ayer y hoy, la razón de ser de la Organización Juvenil Española. 

Dicen los sociólogos que los jóvenes actuales tienen dificultades para encontrar sentido a la vida, que adolecen de autoestima, que son dispersos y desconfiados; pero, también, que son sinceros, gustan de lo auténtico y tienen capacidad de diálogo. Los Veteranos podemos y debemos entrar en ese diálogo y, desde nuestra experiencia y desde nuestra sinceridad, ayudarlos a afirmarse, a centrarse en lo que importa y a que, a través de nuestra Promesa, den sentido a sus vidas.